Lorenzo Quinteros vuelve a la dirección con "Comer de noche", en el Teatro Payró. La obra es el intento de contar en tiempo real el
reencuentro de dos hermanos, Máximo y Esteban,
quienes comparten un pasado singular marcado por una misma mujer, Lucrecia.
La obra abre con Lucrecia y Esteban preparando la cena para
recibir a Máximo, que llegará con su nueva novia, la joven Bianca. Al llegar
los invitados, el reencuentro entre hermanos y asimismo, entre Lucrecia y
Máximo, delata las primeras cicatrices de un pasado aún no cerrado.
La aparición de Bianca es por lo menos extraña. Es demasiado
joven para Máximo y no parece ser del tipo de mujer convencional. Es
clarividente y acusa estar atravesada por un extraño efecto catártico cada vez
que se enfrenta al hecho teatral. Bianca dice ver el final de las obras y todas, para ella, conducen a lo
trágico. Este estado de vaticinio la descompone, y por lo general, vomita. Máximo, descreído de sus alternaciones, busca
en la psicología popular justificar sus episodios y una y otra vez expone a su novia a
semejante experiencia. Y así llega Bianca, con una gran mancha de vómito en su
blusa, a la casa de Lucrecia y Esteban, ya que antes Máximo la había invitado
al teatro.
“Comer de Noche” juega también con la tragedia. Algo
inevitablemente repetido ocurre en la escena contemporánea, en sintonía con el
teatro griego. Se cita a Agamenón, pero Esquilo y su Orestíada aparecerán más
en el paralelismo histórico que en las expresiones concretas. Es así que sin
proponérselo, los personajes trágicos de Esquilo se filtran en la vida de estos
seres y los atraviesa al punto de poseerlos.
Lo que comienza como una aparente comedia liviana, se ensombrece cada
vez más al ritmo de las develaciones.
Hacia el final, embriagados por el vino que acompañó el
encuentro, las viejas deudas de dinero no saldadas entre los hermanos, el
reproche constante de Máximo hacia Esteban por no haberse ocupado de sus padres
y el mal guardado secreto de la mujer en común hacen que cada personaje estalle
en su propio dolor y busque aquietarlo.
Bianca, bajo el don de ver el futuro cual Casandra,
vaticinará el final de este drama violento: Lucrecia, enfurecida, herirá a
Esteban de muerte en su baño y como en las tragedias clásicas, los asesinatos
no ocurren en escena, donde veremos un Máximo abatido por las recurrentes
acciones de su hermano menor, a Bianca correr a sus brazos para tratar de
calmar las nauseas que le provocan sus nuevas develaciones, y atrás, al fondo y
a trasluz, se verá el brazo de Esteban tendido en la bañera, herido de muerte ,
como muere Agamenón, y luego emerger la
silueta de Lucrecia o Clitemnestra,
cuchillo en mano, tras haber ajusticiado su traición.
TEATRO PAYRÓ
Funciones Viernes 20:30hs, Sábados 22:30hs
Elenco: Anita Gutiérrez, Gabriel Lima, Julio Molina y Romina Moretto
Autor: Lorenzo Quinteros y Romina Moretto
DIRECCIÓN: Lorenzo Quinteros
Asist. dirección: Javier Kussrow
